Las llamo Carreteras de la Montaña porque para allá van. Gran publicidad con el nombre "Autopistas de la Montaña", pero resulta que ya, la más importante de ellas, la Vía al Mar y al puerto de Urabá, va en calzada sencilla y las otras, entre ellas la de Puerto Berrío, irá parte en calzada sencilla.
Y eso que el Departamento y el Municipio de Medellín aportan unos recursos cuantiosos, como lo hicieron en la vía al occidente cercano. Ninguna otra región ha hecho aportes a las vías nacionales, sólo se le pide a Antioquia.
Bogotá, Cundinamarca y el Meta no aportaron ni un peso para la Vía al Llano. Lo mismo pasa con la doble calzada a Girardot. La financia toda la Nación. Pero si queremos salir del encierro histórico, tenemos que financiar parte de las obras nacionales, de lo contrario, estaríamos condenados a seguir en él.
El alcalde Alonso Salazar, que protestó por el valor total después de hacer los estudios definitivos, debe entender que Medellín tiene que sacar sus productos por el puerto más cercano que es el de Urabá, que Medellín tiene que salir al mundo y buscar la forma más rápida y económica, que Medellín no puede seguir en el encierro en que hemos vivido.
Hay que hacer grandes sacrificios. La Nación no los hará por nosotros.
He reiterado que esta carretera, la de Urabá, no es sólo para Medellín. Es una carretera para la salida al Atlántico de toda la zona del occidente colombiano.
De Cali, de Popayán, de Manizales, de Armenia, de Pereira, de Quibdó, de Medellín y de todos los municipios del Occidente del país. Con esta autopista nos ahorraremos unos 340 kilómetros para salir a un puerto sobre el Atlántico. ¿Cuánto más le cuesta la actual carretera al país?
Los argumentos "técnicos" se dan. Es que la carretera a Urabá no tiene tráfico. De acuerdo, pero es que no hay puerto. Y si no hay puerto, no hay tráfico, y no hay puerto porque no hay carretera.
Le pido al Gobierno central, a los técnicos, y a ISA, que hagan el estudio del tráfico de carga actual de los departamentos del occidente hacia los puertos sobre el Atlántico y, sin ninguna duda, ese tráfico, el 100% de él, se irá por la vía a Urabá cuando haya una buena carretera de doble calzada. Tráfico no hay ni habrá hacia donde no hay carretera. ¿De Perogrullo? Claro que sí, pero eso es lo que dan los estudios que esgrimen como argumento. Pidamos que los estudios de esta vía se hagan para una doble calzada, que se construya la primera y el futuro nos dará la razón para que se inicie la segunda. Si se llegare a hacer el estudio para sólo una calzada, con esa sola nos quedaremos para el perjuicio de Colombia entera.
Las Autopistas de la Montaña tienen que ser eso, lo otro sería otro gran engaño para el país y, sobre todo, para Antioquia y para el occidente colombiano. No permitamos que nos sigan haciendo carreteritas y las llamen autopistas.
La otra, la que va al Magdalena por Porce hasta Puerto Berrío, tendrá que ser igualmente doble calzada. Lo mismo la del suroeste para ir al sur del país, la que va a la Costa Atlántica, a Cartagena, y, por supuesto, la carretera Medellín-Bogotá.
Cosa distinta sería un engaño inaceptable para una región que ha padecido el centralismo durante toda su historia.
Otra cosa: pensando en lo que le pasó a Bolillo Gómez ¿eso no era lo que querían las feministas? ¿La igualdad de género hasta para las peleas?
Y eso que el Departamento y el Municipio de Medellín aportan unos recursos cuantiosos, como lo hicieron en la vía al occidente cercano. Ninguna otra región ha hecho aportes a las vías nacionales, sólo se le pide a Antioquia.
Bogotá, Cundinamarca y el Meta no aportaron ni un peso para la Vía al Llano. Lo mismo pasa con la doble calzada a Girardot. La financia toda la Nación. Pero si queremos salir del encierro histórico, tenemos que financiar parte de las obras nacionales, de lo contrario, estaríamos condenados a seguir en él.
El alcalde Alonso Salazar, que protestó por el valor total después de hacer los estudios definitivos, debe entender que Medellín tiene que sacar sus productos por el puerto más cercano que es el de Urabá, que Medellín tiene que salir al mundo y buscar la forma más rápida y económica, que Medellín no puede seguir en el encierro en que hemos vivido.
Hay que hacer grandes sacrificios. La Nación no los hará por nosotros.
He reiterado que esta carretera, la de Urabá, no es sólo para Medellín. Es una carretera para la salida al Atlántico de toda la zona del occidente colombiano.
De Cali, de Popayán, de Manizales, de Armenia, de Pereira, de Quibdó, de Medellín y de todos los municipios del Occidente del país. Con esta autopista nos ahorraremos unos 340 kilómetros para salir a un puerto sobre el Atlántico. ¿Cuánto más le cuesta la actual carretera al país?
Los argumentos "técnicos" se dan. Es que la carretera a Urabá no tiene tráfico. De acuerdo, pero es que no hay puerto. Y si no hay puerto, no hay tráfico, y no hay puerto porque no hay carretera.
Le pido al Gobierno central, a los técnicos, y a ISA, que hagan el estudio del tráfico de carga actual de los departamentos del occidente hacia los puertos sobre el Atlántico y, sin ninguna duda, ese tráfico, el 100% de él, se irá por la vía a Urabá cuando haya una buena carretera de doble calzada. Tráfico no hay ni habrá hacia donde no hay carretera. ¿De Perogrullo? Claro que sí, pero eso es lo que dan los estudios que esgrimen como argumento. Pidamos que los estudios de esta vía se hagan para una doble calzada, que se construya la primera y el futuro nos dará la razón para que se inicie la segunda. Si se llegare a hacer el estudio para sólo una calzada, con esa sola nos quedaremos para el perjuicio de Colombia entera.
Las Autopistas de la Montaña tienen que ser eso, lo otro sería otro gran engaño para el país y, sobre todo, para Antioquia y para el occidente colombiano. No permitamos que nos sigan haciendo carreteritas y las llamen autopistas.
La otra, la que va al Magdalena por Porce hasta Puerto Berrío, tendrá que ser igualmente doble calzada. Lo mismo la del suroeste para ir al sur del país, la que va a la Costa Atlántica, a Cartagena, y, por supuesto, la carretera Medellín-Bogotá.
Cosa distinta sería un engaño inaceptable para una región que ha padecido el centralismo durante toda su historia.
Otra cosa: pensando en lo que le pasó a Bolillo Gómez ¿eso no era lo que querían las feministas? ¿La igualdad de género hasta para las peleas?
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