Para crecer con equidad

Quién no se lamenta y conduele por el estado de las vías en Antioquia. Superar el atraso que padecemos en materia de infraestructura para la competitividad y la equidad es la mejor forma de romper los círculos viciosos de la pobreza. De ahí la necesidad de priorizar las inversiones. Por eso, al rechazar el túnel de Oriente, damos la bienvenida a la Sociedad Promotora del Puerto de Urabá.

Antioquia necesita crecer para garantizar mayor bienestar de sus habitantes. Para hacerlo, su economía tiene que insertarse en las grandes corrientes del comercio mundial. Y esto se logra sólo si la inversión está orientada a resolver el atraso y desequilibrio que existe entre las subregiones en materia de infraestructura vial. Alcaldes, productores y ciudadanos reconocen que el progreso se quedó varado en las vías del Departamento.

Avanzar en competitividad y crecer con equidad es posible, pero exige que haya conciencia entre sus gobernantes de que los recursos deben ser invertidos en lo que demanda mayor prioridad. De cara a esas dos exigencias, nada resulta más importante hoy para el Departamento, en materia de inversión, que asegurar que las trochas que tenemos sean verdaderas vías y que exista conexión entre los centros de producción y los puertos. Y si es con un puerto en la propia región, mucho mejor.

Cada gobernante está llamado a cumplir lo prometido. Especialmente si se reconoce que el atraso de la región obedece en buena parte a causas asociadas "al carácter negativo con el que han tenido que convivir pobladores de subregiones relativamente prósperas como los del Valle de Aburrá, con aquellos ubicados en el resto del departamento, particularmente en zonas caracterizadas por problemáticas políticas, económicas y sociales sumamente complejas, como el caso de los habitantes de las subregiones del Urabá, Magdalena Medio, Bajo Cauca, entre otras. Situación que ha terminado por crear una serie de círculos viciosos en los cuales la marginalidad y pobreza a la que han sido sometidas, se han constituido en verdaderos obstáculos para su propio desarrollo, y en general para el conjunto del departamento", tal como consta en la formulación del Plan de Desarrollo presentado por el Gobernador Luis Alfredo Ramos.

En consonancia con lo anterior, y ojalá el mandatario tuviera la misma coherencia, no entendemos que se empeñe en construir un túnel no prioritario por ahora - para no hablar del tema ambiental o de su conveniencia de que sea férreo- contra las advertencias hechas por expertos y entidades, incluyendo las autoridades de Medellín, en cuyos terrenos se ejecutará el proyecto. Y aplaudimos, bajo este mismo concepto, que se haya constituido una sociedad para impulsar el Puerto de Urabá, este sí prioritario, para dinamizar la economía de esa subregión, y la del Departamento, e incluso la de nuestros vecinos del viejo Caldas y del centro del país.

"Dada la reconocida relación entre infraestructura y desarrollo, la administración actual asume el reto de mejorar las condiciones de acceso a las regiones mediante la ampliación y mantenimiento de la red de carreteras", dijo Ramos en 2008. Lamentablemente terminará su mandato con el mismo atraso vial en las subregiones, pero persiste en iniciar un túnel para vehículos, cuando existen cuatro vías para comunicar al Valle de Aburrá con el Oriente antioqueño.

En cambio, la constitución de la Sociedad Promotora del Desarrollo Portuario de Urabá, con una visión más comprometida con el futuro y la equidad del Departamento, prende al menos una luz de esperanza para que algún día sea realidad el sueño concebido hace 30 años de tener un puerto de aguas profundas en Turbo.

Además de lo que puede significar para el definitivo despegue económico de Urabá, por las nuevas empresas que llegarán a la zona, constituye una obra estratégica para el país. Tanto por el sentido que le imprime a la doble calzada a Urabá, dándole más solidez al proyecto de Autopistas de la Montaña o "vías para la equidad", como por la consolidación de Antioquia como la mejor esquina de América, con salida al Atlántico y puerta de entrada al Pacífico.