Estabilizar un terreno para construir una casa demanda de 3.000 a 3.500 varas de mangle.
En caso de no querer la receta, bien podría seguir esta sugerencia: córtelo, que con 10 mangles hace un bulto y lo puede vender por ¡1.500 pesos!
El manglar, que todo esto sufre, puede ser un buen sumidero de carbono, una manera de mitigar los efectos del calentamiento global que la naturaleza ha regalado y el hombre se obstina en destruir y es, con seguridad, un refugio de fauna de interés.
Se celebró esta semana el Día Mundial del Ecosistema de Manglar, que en nuestro medio tuvo una celebración académica de la mano del grupo de investigación Elice (Ecología Lótica, Insular, Continental y Estuarina) y la Universidad de Antioquia.
En ella se presentaron los resultados de la primera fase de la Expedición Estuarina al Golfo de Urabá, proyecto patrocinado por Expedición Antioquia 2013, que estudió los manglares a lo largo de 609 kilómetros, desde la frontera con Panamá hasta los límites con Córdoba.
Sara Cadavid, estudiante de Biología, presentó el estudio relacionado con la productividad del manglar y encontró que en Bahía Marirrío los mangles producen 44 gramos de hoja mes por metro cuadrado con una tasa de descomposición del 44,5% que le permite inferir que es un buen sumidero de carbono.
Pero el mangle del golfo no está a salvo. Andrés Estrada, ecólogo de zonas costeras, recordó que existen severas amenazas como la extracción selectiva, la contaminación por residuos sólidos y el cambio de usos del suelo.
Al comparar imágenes de 2007 a 2009, por ejemplo, en un sector del delta del río León se detectó una pérdida de 10 hectáreas.
La tasa de deforestación del manglar es cuatro veces mayor que la de otros bosques tropicales, precisó Juan Felipe Blanco Libreros, Ph. D., director del grupo.
Colombia en el segundo en ecosistemas de manglar en Latinoamérica tras Brasil, poseyendo 370.000 hectáreas, 292.000 de estas en el Pacífico, pero se pierden a tasa acelerada. En el Golfo de Urabá existen cerca de 7.000 hectáreas de manglar en el lado antioqueño, la mayoría en Turbo.
El manglar del golfo, en el que están presentes las cinco especies reportadas para el Caribe colombiano, se encuentra en la región interna pues hacia el exterior se trata de islas amenazadas por uno de los fenómenos naturales recurrentes en el litoral, atizado por el cambio climático: la erosión.
La Expedición Estuarina, una misión de grupos de Eafit, la Nacional y la de Antioquia, recorrió palmo a palmo todo el litoral del Golfo algo que no se había hecho antes. Una avioneta fotografió también la cara oculta de la región para ofrecer un panorama más completo.
El manglar es el bosque de la zona intermareal compuesto principalmente por el mangle, un árbol con raíces en forma de zancos, que vive en ambientes con poco oxígeno por lo cual dispone de dedos horizontales para su intercambio. A veces crece en pequeñas formaciones, islas y archipiélagos de manglar, explicó Blanco Libreros.
Los manglares protegen a las personas que protegen los manglares fue un lema de la Expedición Estuarina. En el Día Mundial del Manglar, el llamado fue a dejar atrás aquellas recetas poco amigas de la vida en todas sus manifestaciones.
Los investigadores esperan una segunda etapa de la Expedición. Los hallazgos de la primera revelan la necesidad de un trabajo más continuo para conocer más el real estado de los manglares y los recursos asociados en el golfo más grande del Caribe colombiano, un gigantesco estuario de condiciones especiales.
1. A los manglares del Golfo de Urabá se hallan asociadas diversas especies de moluscos, crustáceos y peces que le agregan valor.
2. Por el medio en el que vive, la semilla del mangle cae germinada, lo que le otorga condiciones favorables para propagar la especie.
3. La sedimentación afecta el manglar. Por el solo río León salen al golfo cada día 17.000 toneladas de sedimento: Erosión tierra adentro.
